El Partido Socialista Obrero Español se fundó clandestinamente en Madrid, el 2 de mayo de 1879, en torno a un núcleo de intelectuales y obreros, fundamentalmente tipógrafos, encabezados por Pablo Iglesias. El primer programa del nuevo partido político fue aprobado en una asamblea de 40 personas, el 20 de julio de ese mismo año.
El PSOE fue uno de los primeros partidos socialistas que se fundaron en Europa, como expresión de los afanes e intereses de las nuevas clases trabajadoras nacidas de la revolución industrial.
Desde entonces, ha orientado su labor hacia el logro de los grandes ideales que fundamentan el socialismo, con los cambios lógicos de estrategia que los momentos históricos han impuesto en cada caso, y que libre y democráticamente han decidido el conjunto de los afiliados.
En Andalucía
El PSOE de Andalucía comenzó su andadura en diciembre de 1977. En el Congreso de Torremolinos, se creó la Federación Socialista Andaluza (FSA-PSOE) y se constituyó un Comité Coordinador Regional. Durante 1978, se integraron paulatinamente en dicha federación el Partido Socialista Popular de Andalucía y el Movimiento Socialista de Andalucía.
Fue en el II Congreso de la FSA-PSOE, celebrado en Sevilla en diciembre de 1979, cuando la federación andaluza pasó a denominarse, por primera vez, Partido Socialista Obrero Español de Andalucía.
El PSOE en El Ejido
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La transición con Felipe González
La renovación ideológica y política iniciada a comienzos de los setenta y culminada en el Congreso de Suresnes en 1974, encabezada por Felipe González y una nueva generación de socialistas, con el apoyo y la solidaridad de la Internacional Socialista, puso al PSOE en condiciones de ser protagonista activo de la transición y le permitió convertirse en una fuerza determinante en las primeras elecciones democráticas de 1977.
El apoyo obtenido por los socialistas y por quienes proponían un proceso materialmente constituyente, evitó que se impusieran los que sólo pretendían la reforma de las instituciones de la dictadura. El PSOE, con sus propias aportaciones y con alguna expresa renuncia de algunos de sus postulados sensibles, como su tradición republicana, en aras del acuerdo colectivo, contribuyó decisivamente a alcanzar el consenso del que surgiría la actual Constitución de 1978. Desde la oposición cooperó en el desarrollo inicial de la misma y articuló una alternativa política de la que se nutrirían muchos de sus futuros proyectos.
El PSOE obtuvo la confianza de los españoles en cuatro convocatorias electorales sucesivas, 1982, 1986, 1989, 1993, las tres primeras con mayoría absoluta, llegando a gobernar consecutivamente casi catorce años. Gestionó a lo largo de ese periodo un inmenso caudal político que le permitió transformar el país en los más diversos campos, por medio de su gestión en ayuntamientos, comunidades autónomas, gobierno de España, Europarlamento y Comisión Europea. Al mismo tiempo, la concentración de un poder tan amplio en el PSOE favoreció el surgimiento de fenómenos de clientelismo, amiguismo y corrupción cuya proliferación acabó minando la confianza de los españoles en el proyecto político socialista.
El paso a la oposición y la victoria socialista de 2004 con Zapatero
En el año 2004 el PSOE, con José Luis Rodríguez Zapatero como candidato, ganó las elecciones generales por mayoría simple, tres días después de los atentados del 11 de marzo, con algo más de 11 millones de votos. Con el apoyo de otros partidos, Zapatero fue elegido presidente de Gobierno por el Congreso. Constituyó un gobierno cuyas carteras ministeriales fueron asignadas paritariamente entre hombres y mujeres, siendo además la primera vez en la historia española en la que una mujer accedía a la Vicepresidencia primera del Gobierno de la Nación.